Hoy, en cuarentena por Coronavirus, pandemia mundial. Sentimientos buenos y malos se me cruzan. El aislamiento social trae momentos de introspección y miedo a muchas personas, a otras como a mí, es lo contrario. No puedo meterme para adentro, necesito por el contrario estar en contacto, reír, compartir y quizás por esto me puse a escribir en este espacio después de tanto tiempo. Dicen por ahí que la soledad es mala consejera, y es por eso mismo que estoy aquí, quizás porque por medio de las palabras no me siento sola, me siento acompañada con aquellos que por ahí me lean. Es cierto que debamos cuidarnos a nivel de nuestra salud, pero también tener nuestra mente y nuestro corazón sanos nos permitiran aceptar mucho mejor este momento tan especial e impensado.
Manifestemonos en contra de no poder decirle a todas las personas lo que las amamos, lo mucho que las extrañamos, lo que infinitivamente cercanos los sentimos y así nuestro corazón explotará de brillo en demasía.